En el territorio del condado hay 43 pozos de gas y de aceite que están abandonados por sus dueños convirtiendo a la región en una amenaza ecológica de grandes dimensiones y sin que el gobierno de Texas resuelva el problema.
Un reporte de la Comisión de Ferrocarril de Texas señaló que en el condado de Webb, uno de los mayores productores de gas en el estado, hay unos 43 pozos “huérfanos” o abandonados de los que 15 tienen más de 15 años en estas condiciones, unos 13 tienen entre 10 y 15 años y 15 menos de 10 años inactivos.
Tricia Cortez, directora ejecutiva del Centro Internacional de Estudios del Rio Grande (RGISC) dijo que estos pozos abandonados desde hace años representan una seria amenaza para el medio ambiente.
“Hay un alto riesgo de que contaminen el aire con emisiones de metano y un peligro de contaminar los mantos acuíferos subterráneos que inclusive puedan llegar hasta el río Bravo, la única fuente de agua potable en Laredo”, advirtió.
Si bien la Comisión de Ferrocarril de Texas es la agencia encargada de resolver el problema de los pozos de gas y de aceite “huérfanos”, la agencia necesita del apoyo del gobierno federal para resolverlo.
Un estudio reciente determinó que Texas tiene unos 10 mil pozos “huérfanos” y se estima que se requieren unos 9 billones de dólares para taparlos y evitar que sigan contaminando el aire y el agua.
En el condado de Webb hay registradas 20 mil 594 norias activas y 61 compañías productoras de gas y de aceite y técnicamente deben ser las responsables de tapar los pozos que ya no producen, pero la mayoría sólo les ponen cemento y los abandonan.
Cortez señaló que además del riesgo de contaminar el agua y el aire con sus emisiones tóxicas, estos pozos tienen el peligro de causar explosiones que pueden ser de alto riesgo para las comunidades cercanas.
El año pasado y para tratar de aligerar el problema, el gobierno federal aprobó recursos por casi 80 millones de dólares que serán usados para tapar y disponer propiamente de los pozos petroleros inactivos.
Esta adjudicación es parte de los más de $320 millones que se espera que reciba Texas para tapar y mantener pozos secos.
Según la subvención, Texas monitoreará las emisiones de metano de los pozos que se tapen, detectará los efectos en el agua subterránea y superficial y dará prioridad a la obstrucción de pozos en áreas de bajos ingresos.
Hasta ahora, los fondos federales han tapado 27 pozos de petróleo y gas abandonados en los condados de Duval, Starr, Webb y Zapata.
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