Centro de detención dentro de base militar en Texas viola estándares federales

Un informe de la Oficina de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) reveló al menos 60 violaciones de los estándares federales de detención en solo los primeros 50 días de funcionamiento de la mayor cárcel migratoria en EE.UUU., ubicada en la base militar de Fort Bliss, Texas, según reveló The Washington Post.

El centro fue abierto de manera apresurada, con servicios básicos incompletos y sin la infraestructura adecuada, detalla el informe interno. Su diseño contempla capacidad para hasta 5.000 detenidos, pero problemas como falta de personal, fallas en atención médica, incumplimientos legales y deficiencias sanitarias marcan el inicio de su operación, de acuerdo con el rotativo.

Entre las principales deficiencias señaladas están: atención médica deficiente, pacientes psiquiátricos sin supervisión apropiada; ausencia de mecanismo efectivo para que los detenidos se comuniquen con abogados y familias; y problemas en los servicios esenciales como alimentos caracterizados como “no comestibles”, baños inoperantes, y dormitorios ruidosos y sobrepoblados.

También se detectó que solo una de las áreas de recreación se encontraba operativa, lo que obliga a más de 1.200 personas a turnarse en un espacio reducido, contraviniendo los estándares federales.

Según los documentos revisados por The Washington Post, la empresas a la que se les adjudicó del contrato estimado en 1.200 millones de dólares —Acquisition Logistics LLC— inauguró operaciones apenas dos semanas después de la adjudicación, sin que los tiempos de contratación, instalación y entrenamiento del personal se hubieran cumplido con los márgenes que usualmente requieren instalaciones de este tipo.

Críticos, incluyendo organizaciones de derechos humanos y exfuncionarios federales, advirtieron al diario que estos graves incumplimientos podrían poner en riesgo la salud y los derechos de los migrantes detenidos, además de violar legalmente los propios estándares operativos de ICE.

El uso de instalaciones temporales de lona, conocidas en inglés como soft-sided facilities, ha sido duramente cuestionado por activistas, que recuerdan experiencias previas en las que se documentaron abusos y negligencias en recintos improvisados para contener oleadas migratorias.

El centro de detención, apodado ‘Camp East Montana’, comenzó a operar a mediados de agosto, a pesar de las protestas de defensores de los derechos civiles.

Las autoridades planean expandir el centro de detención migratorio para albergar hasta 5.000 personas, según informó a EFE un funcionario del Departamento de Seguridad de Nacional (DHS), lo que lo convertiría en uno de los centros de detención de migrantes con mayor capacidad del país.

La publicación del informe detallando las condiciones en Fort Bliss llega en medio de denuncias de abusos a derechos humanos y hacinamiento dentro de los centros de detención de migrantes en todo el país.

El mes pasado, la oficina del senador demócrata Jon Osoff publicó un informe donde se denuncian al menos 500 instancias de abusos contra individuos que han estado bajo custodia de DHS, incluyendo en bases militares, desde que Trump llegó al poder el pasado 20 de enero.

El informe detalla 41 denuncias de abuso físico y sexual, 14 de maltrato a mujeres embarazadas y 18 a menores de edad. La mayoría de estos sucesos tuvieron lugar en centros de detención en Texas, de acuerdo con el informe.

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