El Gobierno de Estados Unidos ha confirmado la interceptación y destrucción exitosa de un misil balístico y tres drones iraníes que fueron lanzados desde áreas controladas por los rebeldes hutíes en Yemen hacia el golfo de Adén. Este incidente se produce en respuesta a un ataque reivindicado por los hutíes contra un barco estadounidense en el mar Rojo.
El destructor estadounidense «USS Carney» llevó a cabo la operación, derribando el misil antibuque alrededor de las 20:30 horas locales y posteriormente destruyendo tres vehículos aéreos no tripulados iraníes a las 21:10 horas. Afortunadamente, no se reportaron víctimas ni daños materiales.
Este acto de represalia resalta la escalada de tensiones en la región, con Estados Unidos respondiendo de manera decidida a las acciones consideradas como amenazas a sus intereses. Se espera que este desarrollo genere un mayor escrutinio internacional sobre el respaldo de Irán a los grupos rebeldes en la zona y sus posibles repercusiones.
Antes, sobre las 15:30 horas, el CENTCOM indicó que las fuerzas estadounidenses habían derribado un misil tierra-aire «que estaba preparado para ser lanzado» y que había determinado que «presentaba una amenaza inminente para los aviones estadounidenses».
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