En una respuesta directa a los ataques hutíes contra buques mercantes en el mar Rojo, Estados Unidos y Reino Unido llevaron a cabo una serie de ataques aéreos en Yemen durante la madrugada del viernes. La acción militar busca contrarrestar las continuas provocaciones que han afectado el comercio internacional y respaldado a Hamás en su conflicto con Israel en Gaza.
La Fuerza Aérea Real del Reino Unido se unió a la ofensiva, llevando a cabo ataques contra «instalaciones utilizadas por los rebeldes hutíes en Yemen». El primer ministro británico, Rishi Sunak, afirmó que la acción fue «limitada, necesaria y proporcionada de defensa propia» con el objetivo de «degradar las capacidades militares de los hutíes y proteger el comercio marítimo global».
Los hutíes han estado llevando a cabo ataques sistemáticos contra buques en el mar Rojo como una muestra de apoyo a Hamás en su conflicto con Israel. Estos actos han generado preocupación por la seguridad del comercio internacional y han perturbado las rutas marítimas clave en la región.
La situación en Yemen y la participación de Estados Unidos y Reino Unido plantean interrogantes sobre el futuro de la región y las posibles repercusiones a nivel internacional. La comunidad internacional observa de cerca los acontecimientos, mientras se espera que se generen debates sobre la efectividad y la necesidad de estas acciones militares en el contexto actual.
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